En la mañana de un miércoles de abril, mientras ejercía mi habitual mamporreo al teclado de un ordenador, recibí una llamada que a la postre convertiría la jornada en uno de esos días redondos de los que no te esperas al despertar. Nuevamente fui invitado por mi amigo David a su ganadería, Hnos Domínguez Camacho, para ver la lidia de dos toros a puerta cerrada por el matador Israel Lancho.
Bueno, se acerca la hora y tras contarme David que hace unos días le visitó Enrique Romero y el equipo de Toros para Todos para hacer unos reportajes (habrá que estar atento) nos fuimos a la plaza a preparar los toros. Con sumo cuidado embarcaron los dos toros en un cajón para proceder a su afeitado, ya que al ser la lidia a puerta cerrada el torero como es lógico no va a correr riesgos innecesarios. Nunca estuve presente en el afeitado de tan bravo animal. Fue una experiencia, puedes apreciar en una distancia tan corta con mucha más realidad la fuerza que puede llegar a tener un toro bravo. Para el afeitado en sí utilizaron una radial ya que, como comentaba David, si se toca algún capilar el disco a tanta velocidad lo quema mientras que la sierra de toda la vida haría que sangrase el toro.
Con algo de retraso llegó Israel Lancho, le acompañaron dos subalternos y dos picadores. Estábamos unas 20 personas entre ganaderos, cuadrilla e invitados. Todos tomaron sus posiciones, los ganaderos en sus sitios de costumbre. Aunque sea una lidia en toda regla el ojo avizor del ganadero está en jaque ya que si algún toro reúne las condiciones oportunas se pocedería a su indulto. Los toreros preparados. Los picadores también y yo nerviosito perdio esperando el comienzo de la faena. Antes de dejar salir a los toros, se echó una vaca para tentarla. Esto le sirvió a Lancho para calentar y soltarse del viaje. Una vez terminada la tienta de la vaca Lancho le dijo a David que sacara ya los morlacos, se le veía con ganas. Los toros son del año 2004, al ser de 6 años ya no se pueden lidiar en plazas. Se pueden echar para festejos populares o encierros pero también se venden a un precio más económico a toreros para que los maten a puerta cerrada.
Primer toro, nº7 Retorcido. Unos 520 kilos. Color Negro. Mi aún novel ojo taurino no se atreve a decir más especificaciones para no quedar en evidencia. De presentación seria y muy buenas hechuras. La lidia es igual a la de la plaza exceptuando el tercio de banderillas que no hubo. No terminan de rematar en tablas por una sencilla razón. Están recién afeitados y aún no dominan la longitud de sus astas. Los primeros enredos con el capote apuntan bien. Mete la cara abajo y se desplaza muy bien. Para variar David me vuelve a dejar alucinao, ya se ha dado cuenta que el pitón bueno es el izquierdo y señores ¡¡¡acaba de salir!!!. Sale el picador. No terminan de acercar el toro cuando este hace por el caballo. Menuda entrada, parecía el Orient Express chocándose contra un muro. Se le rompe la vara al picador, este por los aires, el caballo aguanta. ¡Que momento de tensión! ¡menudo barjazo dio el hombre! menos mal que no pasó nada. Ahora, no veas si metía riñones el toro. Sale del caballo, momentos de trasteo y nueva entrada, empuja con fuerza y nunca pierde las manos. La faena bien estructurada y el toro bravo. No manseó y como observó David para mí también el pitón era el izquierdo. Aunque con el derecho tampoco iba nada de mal. Termina la faena, estocada baja que deja al toro muerto. Preparan el ruedo para el segundo.
Segundo toro, nº46 Coreado. Unos 560 Kilos. Color Negro. Aún afeitado impone la seriedad de sus pitones Que bien mete la cara desde primera hora ¡¡¡que transmisión!!! Toro de faena importante. Aun teniendo los cuernos más cortos, remata un par de veces en tablas. Entra con alegría al caballo (esta vez sin incidentes) y empuja con la cara abajo. Hace el avión que es un gustazo. Un quite por chicuelinas la mar de apañao ¡¡bien por Lancho!! Comienza la muleta con una tanda con la derecha en la que el maestro se gusta. El toro me sigue gustando mucho. Tras una larga lidia se le van apagando las fuerzas y termina la faena con otro espadazo bajo. Aún así no abrió la boca hasta que fue estoqueado. Lancho está empapado de sudor, le han exigido los toros y el ha estado bien.
Después de ver esto me quedo con una sensación rara al comparar lo visto aquí con las tardes aciagas de la pasada feria de Sevilla. De dos toros que he visto aquí, los dos tenían juego y uno de ellos era de taco gordo y en Sevilla de 18 toros que he visto 4 o 5 tenían juego (y gracias a que fui a la del Pilar que si no na de ná). Algo falla.
Tras la lidia, la tertulia y el jamón. En esta ganadería se trata muy bien tanto a los participantes como a los invitados. Esta vez le hice fotos a los platos para remataros la envidia.
Pero de toda la tarde me quedo con una frase, le pregunté a David ¿que sueño tienes para la ganadería? y yo, iluso de mí, me esperaba lo típico. Que si asentarme entre las grandes, que si tener corridas todos los años en Madrid o en Sevilla... y me dice: "Yo lo que quiero es seguir disfrutando del TORO, que el toro que tengo en mi mente se haga realidad" ¡olé!, ahí queda eso. Pues David, enhorabuena y espero que me sigas invitando a disfrutar del toro contigo.
PD1: El bizcocho para Lucía está en marcha que no veas si me lo ha pedido con insistencia, así... te lo deja caer con su chantaje emocional, como ella suele hacer y no puedo negarme.
PD2: Perdón por el tochón de crónica que os he largado.
PD3: Perdón por las fotos, el móvil no da para más.