miércoles, 31 de agosto de 2011

TARDE DE EXPECTACIÓN, TARDE DE TRIUNFO



Dice el dicho que tarde de expectación…. Tarde de decepción, pero ni en los mejores pensamientos, cabía presenciar tan gran tarde de toros. Tarde de las que hacen afición de verdad. 12.000 personas dentro de la plaza y cartel de no hay billetes.

Gran ambiente en una plaza que desprende arte, grandeza, que nada más entrar ya se respira algo diferente. Afición de verdad, en silencio esperando faena de arte, en silencio escalofriante poniendo el bello de punta. Como ayuda todo esto a la inspiración de los toreros. Como recordé esa tarde de Domingo de Resurrección de ambiente similar, en otra Real Maestranza. Todo gran aficionado a los toros debería de disfrutar de una tarde de este tipo.

Y ahí me encontraba yo, con mi amigo Luis, como hacían ya nuestros abuelos, disfrutando de una gran comida, rodeados de gente que venía a ver los toros, y donde la presencia de la afición al toro se palpaba por las calles de El Puerto.

A eso de las 19:30 horas dos figuras del toreo hacían paseillo. Tras recibirlos con palmas por bulerías Morante de la Puebla con traje rojo y azabache y Manzanares con un traje muy bonito color berenjena y oro, saludaban al respetable desde el tercio. Los toros de Núñez del Cuvillo, toros del triunfo, toros de figuras del toreo, a los que les faltaron trapío en general. Se le dio la vuelta al ruedo al tercer toro de manera incomprensible. Noble pero sin demostrar bravura en ningún momento.

Fue una gran tarde plagada de grandes momentos, de grandes detalles, de mucho arte, que hizo que el público se pusiese más de una docena de veces en pie para aplaudir a los toreros y cuadrillas y….. a la banda de música. Lo nunca visto, por lo menos por mi parte. Únicos puntos negativos que poner a esta tarde de gloria del toreo, para que hubiese sido perfecta. No pudimos disfrutar de un solo quite que creo que es lo mínimo en un mano a mano. ¿El sobresaliente? Sin noticias de él. No le dieron la oportunidad de un quite o quizás le hicieron un favor, viendo como estaba el listón quizás fue mejor dejar pasar una oportunidad que quedar en evidencia. Creo que el muchacho que no andará muy sobrado de corridas se merecía una oportunidad de lucimiento.

Se abre la puerta de toriles y el primer Cuvillo sale al ruedo. Morante lo recibe con una primera verónica, el toro sale largo, en la segunda verónica Morante empieza a componer y en la tercera sin saber como, da una verónica lentísima, de cartel de toros que arranca los primeros oles rotundos y remata con una gran media, que hace que el respetable se levante por primera vez de sus asientos. De ahí el toro al caballo y de ahí al desolladero. Cambió la embestida y empezó a embestir de forma descordinada, que le creó desconfianza al torero y que abrevió, de tal manera que se llegaron a escuchar algunos pitos.

A esto que salió el segundo Cuvillo. Tras pasar sin pena ni gloria por los dos primeros tercios, Manzanares salió muy dispuesto con la muleta. En una faena que no fue fácil, ya que el toro se intentó rajar a las primeras de cambio, el torero alicantino fue mandando poco a poco, con pausa, pensando antes de cada comienzo de cada serie, imponiéndose al toro, quizás un poco fuera de cacho, pero haciendo brillar al toro. Está en un estado de forma envidiable. Ve las necesidades del toro como una gran figura que es. La faena de menos a más terminó con una serie de naturales que subió el nivel de la faena y con una tanda por la derecha y un cambio de mano marca de la casa, que hizo que nuevamente se pusiese en pie el público. Para terminar con este toro sacó el fusil y de un estoconazo en todo lo alto y citando el toro con un ligero abaniqueo de la muleta que lo hizo más bonito todavía, cortó la primera oreja de la tarde y a su vez despertó la tarde.

Despertó la tarde y despertó el genio y la figura de ese torero que se hace llamar Morante de la Puebla, que en el tercer toro, plantó los pies en el ruedo y recibió al toro con cuatro verónicas antológicas de temple y belleza. No se puede torear mejor y tan despacio recibiendo a un toro. El público nuevamente en pie y de nuevo palmas por bulerías. Comenzó la faena con unos muletazos por bajo de gran belleza, que hicieron que el toro fijase su embestida. Muleta a la mano izquierda y naturales cargando riñones buscando el triunfo o no, simplemente buscando sentirse torero. De nuevo la mano derecha para dar unos derechazos largos y terminarlos con un grandioso cambio de mano como el mejor Manzanares. De ahí al final de la faena el arte se desbordó con el toreo por ambos pitones, rematando las tandas con trincherazos, trincherillas y pases de pecho de gran calado. El público se arrancó de nuevo por bulerías. El público pidió las dos orejas con gran unanimidad y rotundidad a pesar del pinchazo a la hora de entrar a matar, la presidenta concedió ambas orejas y una sorprendente vuelta al ruedo al toro. La faena de la tarde.

La tarde se vino arriba a pesar del cuarto toro. Salió suelto, sin querer engaño que fijase su embestida. Hasta que Manzanares con tres grandes chicuelitas y un remate afalorado fijó su embestida. En tercio de banderillas apareció un gran torero, que responde al nombre de Trujillo y que plantó un primer par de banderillas muy ajustado ya que el toro se le coló por el pitón izquierdo. En el tercer par cuando todos esperábamos que entrase por el pitón derecho, se adornó de forma torera citando al toro y entró otra vez por el pitón izquierdo asomándose al balcón de forma muy ajustada. Hizo sonar la música y tuvo que desmonterarse para saludar al público puesto en pie de nuevo. La faena de Manzanares estuvo basada en la paciencia y en una técnica excelente. El toro cada vez que salía de un muletazo hacía el amago de huir, pero ahí estaba siempre Manzanares en el sitio, ese sitio tan difícil de encontrar para los toreros, y poniéndole la muleta en el hocico le hacía repetir en su embestida. Así poco a poco fue cuajando la faena hasta aburrir al toro, con mando y poderío. Terminó la faena sin intentarlo por la mano izquierda, quizás viendo las dificultades que se tuvieron en el tercio de banderillas. Para terminar sacó de nuevo el fusil. Mató recibiendo y si no llega a ser por la tardanza en caer muerto y por la decisión de la presidenta hubiese cortado dos orejas.

Después de esta faena, la tarde era casi redonda. Pero ahí estaba Morante para redondearla aún más. Llegó el tercio de banderillas. Y aquí llegó otro detalle de figura. Morante se va a por los palos y casi como por compromiso invita a Manzanares el cual ni corto ni perezoso aceptó la invitación. Gran gesto Manzanares. Hay que destacar que estuvo muy torero y que solamente a la hora de cuadrar y poner el par de banderillas se le vió fuera de sitio, que solucionó con un gran quiebro al toro y un intento de poner las banderillas al violín. En el tercer par de banderillas, el toro hizo por Morante y tras renunciar a los engaños ofrecidos le dio un puntazo al torero del arte en pleno cachete. (Ceda e Irene, no se preocupen que lo único que le faltó a la tarde fue verle el culete a Manzanares, eso lo dejamos para otra) Tras el intento de arreglar el desaguisado del traje, Morante pide permiso al presidente y pide la silla, señores. La silla del arte, del sabor añejo. Yo ya puedo decir que he visto torear a Morante sentado en una silla de esas de esparto que tenían nuestros abuelos. Un pase sí, pero que pase. Debido a la poca fijeza del toro, que no era nada bueno, Morante siguió la tanda con la silla en la mano izquierda. Poco a poco lo fue embebiendo en la muleta. Todo con mucho arte y pellizco, con mucho sabor Morante. Todo lo hizo él. El toro no valía ni un pimiento, pero lo hizo grande. La plaza entregada, la música suena y justo en el solo de ese gran pasodoble que es Ópera Flamenca (escuchar min 1:48 en http://www.youtube.com/watch?v=i72LqqbZUJM&feature=fvwrel) llegaron los mejores momentos de la faena, con unos naturales de ensueño, de muy difícil explicación pero de esos que ponen los pelos de punta. Para terminar se llevó al toro con unos ayudados por alto muy bonitos, hasta la línea de los picadores, para allí dar muerte al toro de un gran estoconazo. Dos orejas y vuelta al ruedo apoteósica. Yo todo emocionado en el tendido, un poco melancólico por lo visto y pensando en si tendré la suerte de verlo otra vez. Por intentarlo no va a ser.

La tarde continúa. El público espera respuesta en Manzanares que sigue con ganas, como su cuadrilla. Que manera de lidiar al sexto. Inmejorable Trujillo, llevando al toro largo sin apenas capotazos. Grandísimos los tres pares de banderillas puestos por Curro Javier y Blázquez. Termina el tercio y todo el tendido premia en pie con una gran ovación a esta magnífica cuadrilla que tuvieron que saludar desmonterados. Como facilitan las cosas al maestro. Ya no es que le cuiden al toro, es que a la gente queda predispuesta a ver una buena faena. José Mari cuida muy mucho al toro y va consiguiendo muletazos de mérito con la derecha. Pero lo cúlmine de la faena llega con la izquierda. Dos series rotundas, de arte, de mando de torerazo, mientras escuchábamos el magnífico pasodoble de Nerva ( escuchar el min 1:40 de este enlace http://www.youtube.com/watch?v=lr6SGzI7dSo&feature=fvwrel) con un solo como nunca lo había escuchado antes. Termina la faena con un cambio de mano lentísimos y larguísimo y un pase de pecho de tronío. Mientras Manzanares cuadra al toro en la plaza de El Puerto (como diría el maestro Sabina). La gente de nuevo se pone en pie se gira y brinda una gran ovación a esta excepcional Banda de Música. Manzanares les saluda desde el tercio y entra de frente, abaniqueando de nuevo la muleta para citar al toro, por derecho, como mandan los cánones, dejando al toro muerto sin puntilla. El bello de punta de nuevo al ver la forma de ejecutar esta suerte y dos orejas para Manzanares, que en otro detalle de la tarde, al llegar a la altura de la música regala ambos trofeos a los músicos de la plaza. Que bonito por Dios.

La tarde termina y ahora entiendo lo del dicho. Tarde de expectación, tarde de decepción, decepción por ver terminar esta magnífica corrida. Yo me quedé con las ganas de seis toros más. Morante y Manzanares salieron por la puerta grande de la Real Maestranza al son del pasodoble Puerta Grande (http://www.youtube.com/watch?v=lr6SGzI7dSo&feature=fvwrel), esto para redondear la tarde, cientos de personas esperando su salida y yo dando naturales de arte a las puertas de esta gran plaza. Más de 4 horas de viaje de vuelta, recordando detalles con mi amigo Luis y al son de Puerta Grande. Prometo volver.

Quiero dedicar mi debut como cronista de esta Peña a mi Rosica y mi Jesús que se cascaron 3 horas y media de cola en plenas vacaciones para conseguir un par de entradas magníficas. Eran de sol, pero fue salir el primer toro y ya disfrutar de la sombra. Hasta eso estuvo genial.













P.D: Crónica y fotos de Antonio Montesinos "ANTONIO MONTE" (la zurdo de oro de nuestro escalafón)

Aqui os dejo también un enlace con fotos de esta gran tarde. http://issuu.com/teseocomunicacion/docs/morante_silla_manzanares

martes, 16 de agosto de 2011

La Quinta entre dos aguas...y el aroma de Dolls Samper

Son las 2:38 de la mañana, sentado en la terraza, de fondo por un lado el ruido del agua de la piscina y por otro el sonido de un nuevo cacharro que ha llegado a casa para hacer hielo… no se que me mantiene aquí de pie después del fin de semana y del día y los kilómetros de hoy, quizás las ganas de relajación (me encanta el ruido de la piscina a estas horas…) y de saber que estoy de vacaciones, que estoy en la playa, que mañana no es un martes como otro cualquiera. El viaje de vuelta se me ha hecho ameno, acompañado por una horita de radio del “toreo” en canal sur radio, y luego con el CD que nuestro amigo Tati nos tiene ya acostumbrados a obsequiarnos en nuestra cita taurina. Así que, he pensado que es un buen momento para escribir sobre la de la “Quinta” tengo todo a mi favor para reflexionar y sacar provecho de un día de esos que tantos nos gustan, rodeado de buena gente, un día de tertulia, de convivencia, un día de feria por el centro de Málaga, de comer bien, beber bien (que no quiere decir en exceso), saborear y paladear los buenos momentos de una tarde de toros, los detalles…el aroma de Manzanares, la profesionalidad y seriedad de Juli, la perfección de Trujillo o la lidia, aunque más que lidia es caricia de Curro Javier en su brega.

Salí de Úbeda con la intención de ver una CORRIDA DE TOROS, con dos toreros en un gran momento, y he llegado a Murcia con un sabor de boca agridulce de los toros de Conradi y un exquisito paladar “manzanaresco”. Digo esto porque lo que me motivó a ir a Málaga fue el ver anunciado a estos toreros con algo diferente. Verlos juntos en un cartel es fácil pero no con algo de Santa Coloma. La presentación de la corrida pienso que es aceptable, pero que está en el límite para una plaza de primera como la de Málaga. Es la primera vez que piso la Malagueta así que tampoco puedo opinar mucho más en cuanto a comparativas de presentación y cosas así… Quizás se le queda algo grande el ser de primera, pero también es verdad que creo que el nivel de feria, toro, plaza, carteles y afición no está por debajo de Córdoba. No olvidemos que estamos en Andalucía, y no podemos comparar sus particularidades con plazas de primera de otras zonas de España.

A todo esto decir que hubo un rejoneador llamado Manuel Manzanares que a parte de abrir cartel de forma muy notable y errar con el rejón de muerte, también nos “cortó el rollo” en mitad del éxtasis que produce una faena como la de su hermano, de menos a más acabando en su punto más álgido, esa trincherilla, ese cambio de mano en el pase de pecho y esa ejecución de la suerte de matar recibiendo, todo esto acompañado del calentamiento del personal por no conceder las dos orejas a José Mari, estas cosas a veces sirven para espabilar la tarde fíjate…y levantan mucho fervor, por eso me quedé con las ganas de ver al Juli justo en ese momento. ¿Pensáis que la emoción que transmite una faena a pie puede equipararse con una buena faena a caballo? A mi el rejoneo cada vez me tira menos....

La corrida de la Quinta que no abrió la boca en ningún momento, anduvo alrededor de 470 kilos, castigada poco en varas. Hubo dos toros-bueyes, que se los llevo el Juli, sin opciones ningunas. Fueron la antítesis de lo que cualquier ganadería tiene que buscar, pero más aún un hierro de este tipo, o al menos por lo que yo nunca pagaría por ver (que menos que en el ruedo con un Santa Coloma no falte la movilidad y la transmisión…). El primero manso de cajón, sin fuerza y sin clase ninguna, tenía una embestida a paso de ralentí, con cero de transmisión, buscó refugio en toriles en los primeros tercios. Juli dejó su esfuerzo ante un animal que no decía nada a los tendidos, cuajó una faena muy meritoria pero que no calaba al personal por el animal que tenia delante, se tiró a matar como nos tiene acostumbrados y vaya si lo hizo… La tarde empezaba mal y mi confianza de los Santa Colomas de hoy se venia abajo. Su segundo fue más de lo mismo… como escuché a un ganadero en su propio tentadero, “falta de clase y raza…sobra todo lo demás”.

Así que tenemos que conformarnos con el lote de Manzanares, su segundo toro, fue el más serio de la tarde, un toro que no era fácil pero con mucho que torear. Pienso que era un animal un poco a contra estilo del de Alicante, pero claro…es que a priori este encierro era totalmente opuesto a su toreo… Este toro me hubiera gustado verlo en las manos de Julián con su técnica. Jose Mari tuvo una labor aseada y mucho más discreta que en su primero, no llegó acoplarse cien por cien, y una faena construida de más a menos que no terminó de despegar. El primero de su lote fue un toro que no le sobraban las fuerzas, pero con mucha clase y calidad, sacó la casta y la raza de sus genes para no acusar para nada su debilidad. Sin duda es el toro (con este hierro) ideal para el torero, te deja estar, colocarte, ni una mala mirada, ni una embestida descompuesta, todo con el mismo ritmo, muy suavon pero con mucha transmisión. Para mi, el aficionado y quiero pensar que para el ganadero, le falta más brio, mas motor, un puntito más de casta, una revolución más…pero eso “una” no como el lote del Juli que le faltaban diez. Se me vienen ahora a la mente unas imágenes que vi en la tele de un toro de esta divisa en la feria de julio de Valencia, lidiado por Alberto Aguilar, en el que ponían al toro por las nubes, pero que a mi me parecía un tanto sosa su embestida, demasiado noblona…mucha calidad pero poco motor. Digo esto porque me da a mi que esta divisa está empezando una nueva etapa, en el que quieren apuntar a las ferias con las figuras y quizás la selección este más enfocada en eso, a meter la ganadería en ese circuito de las figuras (ojo, cosa que tiene mucho merito, y nada fácil), pero corriendo el peligro de perder características básicas y elementales de una ganadería como esta, quitarle motor, eliminarle esa quinta marcha. Ojala que no, sin duda el tiempo nos lo dirá.

El toricantano bordó el toreo en su primero. Con la capa también rayó a gran altura durante la tarde, pero me quedo sin duda del primer tercio con una media y una revolera con mucho arte, con empaque y con una composición “casi” de Morante. En el trasteo de su primero elaboró una pedazo de faena, destacando dos tandas por el derecho y grandes detalles en sus remates, sacó a relucir su mejor toreo, el que te deja un regusto en el paladar del güeno güeno. Una oreja y media casi… incontestables y si ha esto sumas un estoconazo en todo lo alto…pues 1+1=2 ¿acaso tiene el mismo valor matar de un bajonazo buscando la muerte fácil, que matar recibiendo en la misma cruz? Uno apuesta para ganar… no para quedarse igual. De todas formas no creo que Málaga sea una plaza muy dura (dentro de su categoría) para cortar las orejas, así que para mi punto de vista le robaron la puerta grande. La bronca a la presidencia fue inevitable.

De punto y aparte son las cuadrillas de estos dos toreros, pero hoy me dejo a un lado la del Juli (no precisamente por mala actuación…). Lo que ha conseguido la cuadrilla de Manzanares roza la perfección, y eso que la perfección para mi no existe. Recuerdo muchas cuadrillas buenas, la de Ponce y el Cid en sus mejores tiempos…la del Juli siempre ha sido importante, los grandes años de Carretero con Manuel Caballero y luego con el propio Julian, pero lo de estos tres toreros de plata es de punto y aparte. Para mi (mi edad es corta) la mejor cuadrilla que he visto sin duda. Y no por un nombre en particular, si no el grupo, el conjunto. Por cierto Trujillo hacia hoy 17 años de alternativa en esa misma plaza, ese fue el motivo del brindis de Manzanares. La lidia de Curro Javier ha sido de órdago. Lástima que el aficionado no tenga medios para poder premiar eso. De verdad…impresionante la cuadrilla toda la tarde.

Resumiendo, hubo dos momentazos en la tarde, uno: la faena al primero de su lote de Manzanares y el otro la lidia y el tercio de banderillas de la cuadrilla del propio José María en su segundo astado. Si os digo la verdad...no se con cual de ellos quedarme...me encanta ver una lidia buena, un buen tercio de varas, un buen capotazo o un buen par de banderillas y lo de ayer fue realmente emocionante.

Muchas gracias amigos por este buen día, otro más a nuestro particular esportón, aunque el de algunos tiene que ser bien grande (ehhhhh Tatiiiii y Ceda). Por cierto apuntar que hoy se ha constituido el club de fans de las chicas de Manzanares, si quereis más información contactar con la reportera “Ceda”, la apoderada “Irene” o la promesa del toreo “Raquel”.

Ahora si que me voy a dormir…aunque no os lo creais…son las 4:26, mañana espero despertarme con una vocecita de 18 meses, al sonido de “titóóóóó”.

Buenas noches y que la próxima sea mínimo como esta de buena.