lunes, 25 de mayo de 2009

lunes, 4 de mayo de 2009

Soñando con "MORARTE"

Como lo prometido es deuda, aquí os dejo mi "resumen" del jueves de pre-feria en la Maestranza. Más vale tarde que nunca...



Desde este día llevo soñando poder sentarme en uno de los tendidos de la Maestranza para disfrutar de este peculiar mano a mano, y al final lo conseguí. No fue la mejor corrida de toros que se pueda ver, ni estuvo acorde con las expectativas, pero si una corrida interesante y en el que nunca olvidaré el recibo del 5º toro de la tarde, o el silencio de la Maestranza para ver un quite con el ruido de fondo del andar de los caballos de picar en el patio de cuadrillas. Tras este fin de semana esta corrida también va quedar en mis recuerdos por otros motivos.




Jueves 23 de abril 2009 REAL MAESTRANZA DE CABALLERÍA DE SEVILLA

Gran expectación la creada en torno a esta tarde de toros en la capital andaluza, la reventa por las nubes, dicen que como hace ya muchos años…El menda llega a los exteriores de la plaza alrededor de las 17,30, allí había quedado con el maestro Tati. Mientras espero al maestro no paro de pasear por los alrededores de la plaza, saboreando el ambiente (sin duda, al menos una vez al año es necesario disfrutar de él) viendo a muchas caras conocidas del toro y de la sociedad, Jesulín con su respectiva, Cesar Rincón, Agustín Díaz Yanes, Jose Luís Benlloch (director de aplausos), Victoriano Valencia, entre otros…

A las seis de la tarde me encuentro con Migue, y en medio de un agobio impresionante nos disponemos a entrar a la plaza, viendo previamente la llegada de Morante a la plaza con el gran revuelo que se arma. Una vez dentro y acoplados, no se hizo esperar nada el despeje de plaza de los hermanos Trigo, dando paso a los protagonistas de la tarde, Morante y Cid, sí, digo protagonistas porque los de Victorino no lo fueron. Por cierto un linarense formaba parte del paseíllo como sobresaliente, David Saleri, quien estuvo muy acertado en los quites (me refiero a quites a banderilleros, porque quites artísticos no le dieron la oportunidad de hacer) durante toda la tarde, sin molestar.


Una vez encendidos los respectivos puros de cada uno, se dispuso a saltar al ruedo el primer Victorino, los tres primeros fueron tres calcos…todos iguales, sin un pase, descastados, se quedaban muy cortos, muy mal juego el que dieron. Solo podemos destacar el recibo de capa de Morante al primero de la tarde doblándose con el toro y sometiendo como yo nunca había visto recibir…parecía que estábamos viendo el toreo de Joselito el Gallo o Belmonte, me encantó. Lo demás dos faenas de aliño de Morante y abreviando, cosa que se agradece enormemente en una tarde de toros así.

Así que todo iba súper rápido hasta que saltó el cuarto, donde vimos un par de quites de calidad, ambos por delantales, pero me quedo con los dos delantales y la MEDIA de Morante. Esto sería el preludio del toreo de capa del quinto. Por cierto una de las mejores tardes que yo recuerdo de el Cid con la capa, pero claro…que el que tenía al lado…no hay quien pueda con el…Una gran faena la que se sacó el Cid, de un toro nada fácil, que duró poco y que fue muy diferente a todos los que habían saltado al ruedo hasta el momento, acabó rajado y quedándose muy corto y saliendo de los muletazos con la cara alta, aunque el de Salteras tuvo algunos momentos muy buenos, con muletazos de gran calidad y mucho merito, su media estocada en no muy buen sitio hizo al toro rodar por un capotazo feo de Alcalareño, que posiblemente enfrió la petición. En resumen una faena de altibajos, que apuntaba muy bien pero que nunca llegó a despegar, y para “tres cuartos y mitad de oreja”, que no fue pedida.

En el cuarto parecía que había cambiado la tarde, y fue así, pero solo hasta que Morante cogió la muleta que todo volvió al mismo son que había llevado toda la tarde. Los lances de recibo del quinto fueron un lujazo, algo que no se ve todas las tardes, ni todas las temporadas…y a buen seguro que el mejor toreo que se le han recetado a un Victorino con la capa. Morante lo bordó, era como si que en cada verónica se parara el reloj de la Maestranza y aquello durara una eternidad, con un sabor de torero de antaño, un toreo muy personal, único, embarcando al toro muy adelante y llevándolo hasta el final, muy largo, rompiéndose la cintura, con la barbilla metida...Algo imposible de describir. Y para que hablar de sus medias verónicas…Todo esto hizo que la Maestranza se pusiera en pie y que sonaran los sones de la banda del maestro Tristán. De nuevo vimos un quite de Morante bueno, pero no tanto como el de recibo y otro quite del Cid llevando al toro muy toreado y enroscándoselo a la cintura como pocos pueden hacer. Ahora bien, todo cambió cuando el de la Puebla del Río cogió la muleta, todo apuntaba a que era el toro de la tarde, y no fue así, nos quedamos con las ganas de ver a ese toro como se merecía, y cuando las quinielas eran de que el pitón derecho del toro era de lío gordo, Morante se empeñó en el izquierdo y aquello no funcionó, así que Morante aliñó al toro y se fue a por el estoque, con la impresión de que el toro no tenía un pase y con las ganas del respetable de ver al toro por el derecho. El sexto que fue pitado a la salido por su presentación, pagó los platos rotos de la corrida y fue al corral por blando, saltó otro del mismo hierro con menos presentación que el devuelto, con un peligro terrible, el que más guasa tenia de toda la tarde sin duda, y que llegó a echarse a los lomos a el de Salteras.



Hay que destacar: la justa presentación de la corrida de Victorino (el 6º y el sobrero no estaban ni justos de presentación…vaya…), el mal juego de los toros y la competencia creada con el capote entre ambos toreros, posiblemente de los que mejor lo manejen del escalafón actual. Esto es lo que hay que dar en las grandes ferias, acontecimientos así demuestran la grandeza de la fiesta de los toros. Estos son gestos de toreros que hay que aplaudir, porque la necesidad de anunciarse Morante con Victorino en Sevilla era bien poca y mira…ahí está el tío. Chapó, por la empresa, por los matadores y un toque de atención al ganadero por la corrida tan mala lidiada. También un apunte, hasta el 4º toro de la tarde ninguno de los matadores se echó la muleta a la mano izquierda, para que tengáis una idea de cómo fueron los tres primeros.

Como si se tratará de un partido de futbol, esta claro que Victorino lo hubiera perdido por goleada, y Cid y Morante pues…yo daría una victoria muy ajustada a Morante, porque no se puede torear mejor con el capote, si la perfección existe, que no lo creo, el Tati y yo la vimos en el 5º toro de la tarde, aunque bien es cierto que Cid ganó la partida con la muleta. Pero le doy más peso a lo que vi con el capote. Aún así no veo a el Cid como otras temporadas, ojala me equivoque.

Tras esto el Tati y yo, nos echamos una foto con los hermanos Romero y Bartolomé Martos de canal sur radio, difundiendo el nombre de “Sentencia Taurina”. Tengo que alabar el buen pulso del fotógrafo, un hombre mayor que era amigo de ellos (la foto fue repetida dos veces y ya nos dio vergüenza hacerla otra vez...).















Hasta aquí es lo que dio de sí el mano a mano, después migue con su padre y su suegro de regreso para Úbeda, y yo me quedé hasta el viernes con unos amigos, aprovechando al máximo. El mismo jueves por la noche fui al musical de Mecano, y después salimos por la calle Betis en algún que otro púb y en la discoteca Boss. Pues bien, cual fue mi sorpresa que justo al entrar a Boss estaba allí nada más y nada menos que Don José Antonio Morante Camacho, “Morante de la Puebla”, la persona que había bordado el toreo de capote justo unas horas antes en la capital del arte.

















El viernes tocó, playa en Matalascañas, visita al Rocío y a las marismas de Huelva y ya si, regreso hacía Úbeda. Todo un gustazo de viaje, si señor. Mil gracias Tati, te debo una.